Es uno de los cuadros más
célebres del siglo XX y conserva intacto su mensaje antibelicista.
El Guernica, de
Pablo Picasso, es una obra inagotable. Han pasado 75 años desde que el pintor
malagueño lo pintó en el ático de la Rue des Grands Augustins 7, como encargo
del Gobierno de la República destinado al Pabellón Español de la Exposición
Internacional de París en 1937. La ejecución de la obra es una de las mejor
documentadas de la historia porque no solo se conservan muchos bocetos, sino
que la fotógrafa y amante del artista, Dora Maar, fue haciendo fotografías de
cada fase de la pintura. Desde entonces la accidentada historia y avatares de
esta pintura han saltado a la prensa con frecuencia, un interés que quizá
responda al poderoso hechizo que sigue teniendo este mural simbólico sobre la
guerra, el sufrimiento y el sinsentido de la destrucción.
“Cuando Picasso quería hacer algo importante
lo hacía en blanco y negro. En muchas ocasiones lo usa en obras de transición
entre etapas distintas. Pienso que el blanco y negro es donde mejor se expresa,
es más claro”, afirma Giménez. “Muchas de ellas permanecieron en su colección
particular hasta su muerte, casi no se han visto. Picasso se reservaba para sí
sus pinturas preferidas, lo que hace pensar que estas obras en blanco y negro
tenían especial significado para él”.
“Parece que utilizó el
blanco y negro cuando organizaba composiciones complicadas, cuando añadir color
podía impedirle pensar con claridad suficiente, como la grisalla que utiliza en
el cubismo analítico. Pero también en momentos de conflictos emocionales tanto
con sus mujeres como en situaciones como las guerras. Picasso sufrió mucho
durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y le resultaba muy doloroso todo
lo que presagiara los conflictos bélicos”, dice Giménez.
Acostumbraba Picasso a
pintar de noche y eso le daba una percepción particular de la luz y la sombra.
Algo que quizá lo acercaba a la fotografía, por eso una vez le dijo a Brassaï:
“La luz que tengo de noche es magnífica, la prefiero incluso a la luz natural.
Deberías venir una noche a verla. Una luz que destaca a cada objeto con sombras
trazando su círculo alrededor del lienzo y proyectada en las vigas; lo
encuentras en la mayoría de mis naturalezas muertas, casi todas pintadas de
noche. Sea cual sea la atmósfera se convierte en nuestra propia sustancia, nos
borra y se las arregla para encajar con nuestra naturaleza”.
Pero fue la mezcla de los
dos la que dio más posibilidades a su pintura. Según un estudio Picasso utilizó
hasta quinientos tonos de gris. “Es un color muy español, que descubrió Manet
en la pintura de Velázquez, en su visita al Museo del Prado en el año 1865.
Picasso lo rescata de Zurbarán, de El Greco, de Velázquez, de Goya”, continúa
Carmen Giménez.
“Hay cuadros maravillosos
de Picasso, como Las señoritas de Aviñón, pero el Guernica es
su obra maestra en blanco y negro. Y lo es porque supo hacer que fuera un
cuadro de todos los tiempos. Es una pintura que deja entrever la tradición
española del 3 de mayo, de Goya, y de Las lanzas, de
Velázquez. No se puede decir que es la guerra civil española, puede ser
cualquier guerra. La de Siria hoy o cualquier otra que surja en el futuro. Es
atemporal y en eso consiste su enorme fuerza. Está el toro que puede ser algo
español, y el caballo o las mujeres —que, para mí, son muy españolas también— y
que, en realidad, son Marie Thérèse y Dora Maar. Hablando una vez con Maya
Picasso, que tenía solo dos años cuando se estaba pintando el Guernica,
recordaba que al ver el cuadro decía ‘mamá, mamá’, al ver representada a su
madre tan angustiada. Pero yo creo que es también un cuadro que transmite mucha
paz. A mí me emociona todavía cuando me pongo delante de él durante un rato. Te
llega muy hondo”.
“Retomamos el Guernica no solo
como una obra maestra, que sin duda lo es, sino como parte de una historia con
muchas circunstancias a tener en cuenta. La década de los años treinta es una
de las más importantes cuando hablamos del desarrollo del arte moderno. No solo
porque en esa década surgen muchos de los ismos de las vanguardias:
abstracción, realismo, surrealismo…, sino también por los acontecimientos políticos
que ocurrían”, Jordana Mendelson. “En las historias del arte que se han contado
desde entonces se ha perdido un poco la perspectiva de la importancia que el
arte español tuvo en esos años.. A nivel artístico, político y también en la
articulación de las relaciones entre los países.
“No
solo hay pesimismo del arte en tiempos de conflicto. Así es que en vez de ver
el arte en términos de quien participa o no en la política, consideramos que el
que defiende la poesía adopta también una postura política. El artista no está
aislado, pero cuando decide aislarse intentamos indagar en sus motivos más
profundos”, afirma Mendelson.
Goya palpita en el fondo
de este arte en tiempos de guerra. “La idea ha sido recuperar a Goya, un
artista muy presente en la lectura crítica del Guernica. Su
estética grotesca y surrealizante tuvo una enorme influencia que se nota no
solo en muchos de los grandes artistas, sino hasta en las caricaturas satíricas
de la época”.
En el centro de todo
esto, el Guernica sigue imponiendo la fuerza de su mensaje.
Cuantas más explicaciones se dan, más insondable es el misterio y más clara su
advertencia ante el horror de la violencia.
Programa de televisión. Fecha de emisión: 23-09-2011
Duración: 16' 29''
La UNED, con motivo del 30 Aniversario del regreso a España del "Guernica" del pintor español Pablo Ruiz Picasso, ha organizado diversos cursos este verano cuyo objetivo ha consistido en analizar la historia, la política y la estética que esconde esta obra maestra de la pintura contemporánea.
Intervienen:
Víctor Nieto Alcalde, Profesor de Historia del Arte de la UNED;
José María Cabrera, Químico y Restaurador de Obras de Arte;
Gijs Van Hensbergen, Biógrafo de Picasso.
Producción y realización: CEMAV.
Me ha gustado todo el artículo, tal vez, porque coincido en todo con él, ó, sobre todo, porque no se ha hecho referencia al suceso con el que no creo que tenga relación.
ResponderEliminarSi te apetece pásate:
http://elguernicaymadrid.blogspot.com
Dentro de sus inspiraciones me interesan las más universales y menos circunstanciales, sobre todo, las plásticas y las iconográficas. En el centro los alumnos han trabajado con la profesara de Cultura Clásica su relación con una de las obras más imponentes de Rubens: Los desastres de la guerra, un lienzo de 206 x 345 cm, pintado por el maestro flamenco hacia 1637, una alegoría sobre los horrores de la guerra y sobre el dolor y la destrucción que provoca el odio y la naturaleza animal de los seres humanos. La Guerra de los Treinta años, la imposible reconciliación de Europa, el sufrimiento de los inocentes, son los temas tan bella como crudamente representados en el lienzo. Y hay muchos elementos de la obra de Rubens que, ciertamente se recrean en el Guernica: los monstruos que representan la peste y el hambre, la mujer que yace muerta en el suelo y personifica la Armonía, la madre doliente con un niño en brazos…. Gracias por tu enlace. Muy interesante.
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