El Libro Blanco de la Educación de 1969, que en realidad llevaba el título de La educación en España. Bases de una política educativa, es el primer informe crítico que se produce en España sobre la educación, ¡y se hace casi cien años después de las primeras leyes francesas de 1881!
En él se reflejaba con total crudeza las deficiencias que presentaba el sistema escolar español: elevada tasa de abandono escolar, excesiva ratio alumno/profesor, escasa valoración del Formación profesional o la denuncia de una enseñanza en exceso memorística, entro otras cosas.
Algunas de sus características podrían resumirse en:
a) Generalización de la
educación de los 6 a los 14 años para toda la población, en el doble sentido de
integración en un sistema único, no discriminatorio, de todos los niños y niñas
comprendidos en estas edades, y de escolarización plena.
b) Preocupación por la
calidad de la enseñanza. La LGE no sólo supuso la extensión de la educación,
sino que procuró una enseñanza de calidad para todos.
c) Fin del principio de
subsidiariedad del Estado, presente hasta 1970. Esta ley reconoce la función
docente del Estado en la planificación de la enseñanza y en la provisión de
puestos escolares, (aunque con un presencia notable de la enseñanza privada en
los niveles no universitarios) ["es responsabilidad (del Estado)... la
función esencial de formular la política de este sector, planificar la
educación y evaluar la enseñanza en todos sus niveles y centros" la
educación tendrá "la consideración de servicio público fundamental".]
e) Un sistema educativo,
pretendido teóricamente con esa estructura, poco selectivo en comparación con
otros países.
f) Preocupación por
establecer relaciones entre el sistema educativo y el mundo del trabajo, por
entender que la educación debe preparar para el trabajo.
g) Configuración de un
sistema educativo centralizado, que trajo consigo una uniformidad en la
enseñanza.
Porque si releemos algunos de sus principios o revisamos el fragmento del informativo con el que se inicia la entrada, (en el que nos desgranan algunas de las causas y de los objetivos de la Ley del 70), entenderemos perfectamente que quienes añoran un bachillerato “como Dios manda” o recuperar la cultura del esfuerzo a dónde quieren llevarnos no es, ni de lejos, a la ley del 70, sino antes.
De las palabras anteriores, y lo que es peor, de sus acciones (anteproyecto de Ley
incluido), podría deducirse que antes de los años 70 en nuestro país hubo un
sistema educativo lleno de esfuerzo, de autoridad, en el que
primaban las "humanidades"..., y naturalmente alejado de esas obsesiones
igualitarias de sistemas posteriores que de "seleccionar
como Dios manda" se encargaban ya esa prueba de ingreso a los ¡10
años! y esas dos reválidas, tras el bachillerato elemental y tras el
superior.
Nos vemos recordando un sistema educativo tales como los de las leyes educativas franquistas de los 50y 60 inspirado en unos principios defensores:
Nos vemos recordando un sistema educativo tales como los de las leyes educativas franquistas de los 50y 60 inspirado en unos principios defensores:
-de una educación
confesional católica,
-de una educación
considerada como un asunto cuya competencia corresponde a la sociedad
mientras que la misión del Estado es únicamente la de
coadyuvar a esta labor,
-de considerar al estado
subsidiario en materia educativa.., (lo que suponía de hecho dejar la educación
en manos de la iglesia católica),
-de una escuela
socialmente segregadora
¿O es que no nos suenan actuales
algunos de los objetivos y planteamientos que recoge la Ley de Ordenación
de la Educación ¡¡de 1953!!!, promulgada por el ministro Joaquín Ruiz Jiménez?
(en la imagen, con Pío XII)
"...Descongestión
de los programas para que el alumnado aprenda mejor las disciplinas
esenciales"
"Establecimiento
de una prueba intermedia a final de cuarto año...
"Perfeccionamiento
técnico de las pruebas de grado disminuyendo las materias...
"En la
Enseñanza Media se aplicará el principio de una educación separada para uno y
otro sexo"
"los
institutos masculinos no podrán admitir inscripciones ni verificar pruebas del
alumnado femenino, ni los femeninos de alumnado masculino"
La preocupación esencial:
"Desde la
iniciación del Movimiento Nacional ha sido preocupación constante del Estado la
promulgación de normas jurídicas que garanticen la formación intelectual y
moral de la juventud española en el servicio de los altos ideales de la Fe
Católica y de la Patria"
Los tipos de centros: Se
clasificaban en Oficiales (los Institutos de Enseñanzas Medias) y NO oficiales,
los centros regentados por la iglesia y los privados.
Todos estos datos sobre esa educación llena de reválidas, desigualdades y autoritarismo que algunos echan de menos, han sido recogidos de la página del blog
"Educación en Orcasitas", para que algunos recordemos,
y los más jóvenes conozcan lo que era la educación en el franquismo antes de
los 70. Y lo han hecho a partir de los análisis de la situación que hace el Libro Blanco para la
Educación de 1969 (elaborado en época de Franco, que no se nos olvide), y que
justificaría esa reforma educativa, reguladora por primera vez en el siglo XX
del sistema educativo en su conjunto:
- Eran analfabetos el 17,1% de la población adulta (la mayoría mujeres) en 1963. Prácticamente el mismo porcentaje que en 1940. Este porcentaje se redujo notablemente, hasta un 5,7, en 1968. Gracias a campañas masivas de alfabetización.
- "De cada 100 alumnos que iniciaron la Enseñanza primaria en 1951 (con 6 años) , llegaron a ingresar 27 en la Enseñanza media (con 10 años); aprobaron la Reválida de Bachillerato elemental (con 14 años)18 y 10 el bachillerato superior (con 16 años); aprobaron el Preuniversitario (17 años) 5 y 3 alumnos culminaron sus estudios universitarios en 1967.
- En el curso 1965-66, la media de aprobados en la reválida de bachillerato elemental fue de 50,3% y del 56,9% en la reválida de bachillerato superior. En las pruebas de madurez (preuniversitario) del 42,5%.
- El progreso en el Sistema educativo dependía en gran medida de la clase social y el medio rural o urbano. A la Universidad sólo llegaba el 3% de los estudiantes y muy pocos de ellos provenían de familias obreras. De los estudiantes universitarios solamente el 5% eran hijos de obreros especializados (el 33% de la población total) y el 0,5% eran hijos de obreros sin especialización (el 25% de la población total).
- De 100 niños hijos de obreros del campo que iniciaban primaria cursaban enseñanza media 4,2 y enseñanzas superiores 0,2.
- De 100 niños hijos de obreros manuales cursaban enseñanza media 15,4 y enseñanzas superiores 2,6.
- De 100 niños de hijos de profesionales liberales que iniciaban primaria, 49,9 cursaban enseñanza media y 6,0 estudios superiores.
- De 100 niños hijos de directores y gerentes de empresas que iniciaban primaria, 71,9 cursaban enseñanza media y 14,2 a enseñanzas superiores
- En 1960, solamente el 1,7% de la población activa tenía un título superior.
- La enseñanza pública tenía muy poco peso en la Enseñanza media.Sólo el 21,5% de los alumnos que estudiaban bachillerato lo hacían en centros públicos. El resto, el lo hacía en colegios religiosos o por libre.
- Había una gran desigualdad de rentas y oportunidades según las regiones de España. Por ejemplo, Las provincias con más renta Vizcaya (57.718 pta), Guipúzcoa (55.767 pta) y Madrid (53261 pta) tenían más de tres veces la renta per cápita de las provincias con menor renta Cáceres (20.331 pta), Jaén (19.831 pta) y Almería (18.550 pta).
Añaden, además, datos
acerca de los "selectivos" resultados de las pruebas de reválida:
El Examen de Estado que había al final del bachillerato de 7 cursos (que se suprimió en 1953 para establecer un bachillerato dividido en dos grados, uno elemental y otro superior) sólo lo aprobaban el 40% y el examen de ingreso en las Escuelas de Ingenieros el 7%. (Fuente de este último dato; "Historia de la Educación". Atkinson y Maleska)
Por otra parte, un artículo de El País de José Gimeno Sacristán, "Selección y desconfianza", añade más datos del Libro Blanco de la Educación, en este caso para justificar el fin de las reválidas:
El Examen de Estado que había al final del bachillerato de 7 cursos (que se suprimió en 1953 para establecer un bachillerato dividido en dos grados, uno elemental y otro superior) sólo lo aprobaban el 40% y el examen de ingreso en las Escuelas de Ingenieros el 7%. (Fuente de este último dato; "Historia de la Educación". Atkinson y Maleska)
Por otra parte, un artículo de El País de José Gimeno Sacristán, "Selección y desconfianza", añade más datos del Libro Blanco de la Educación, en este caso para justificar el fin de las reválidas:
"En el Libro Blanco
(1969) que precedió a la Ley General de Educación de 1970 se razonaba la
supresión de las dos reválidas que existían tras los bachilleratos elemental y
superior, como medidas para aumentar la afluencia y permanencia en el sistema
educativo de una creciente población joven, mejorando su nivel cultural.
Aquellas pruebas
estrangulaban la pirámide escolar. En el curso 1965-66, la mitad de los alumnos
no superaba la reválida del Bachillerato Elemental (cursado entre los 10 y los
14 años). Un 43% fracasaba en la de Bachillerato Superior. Los reprobados se
veían obligados a salir del sistema y nutrían la que se denominó —ironías del
lenguaje— enseñanza libre, que no era otra cosa que clases para fracasados en
academias, impartidas en muy malas condiciones, o tenían que valerse de los
apoyos de profesores particulares, siempre pagados por las familias. No
conocemos a nadie que haya argumentado que la supresión de aquellas pruebas
fuera entonces causa de deterioro alguno de la calidad del sistema educativo,
sino más bien al contrario: democratizó la educación y mejoró el nivel del
país"
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