Vals de la suite Masquerade. Aram Khachaturian.
Venga, no me digáis que no os gusta esta música.
¿Existe algo mejor para despertar del sopor de un domingo de invierno? La
música, maravillosamente bella, es un vals en tono menor y con fuertes
connotaciones pesimistas. Escuchad esta música y decidme si no os sentís inquietos…
La composición de esta pieza data de 1941, aunque la
versión definitiva no vio la luz hasta 1944. Disfrutad de este famoso Vals que
abre la suite orquestal Masquerade, creada como música
incidental para la obra del escritor ruso Mikhail Lermontov, en la
que se ponía a caldo a la aristocracia de San Petersburgo de comienzos del XIX.
Otro poeta víctima, esta vez, de la fiebre romántica que, al
igual que su idolatrado Pushkin, murió en un duelo a la edad de 26 años.
Cerrad los ojos y dejaos llevar por el esplendor de la decadente corte zarista.
Espectacular.
Un secreto para cinéfilos: os imagináis cómo podía sonar
su música en el frío y vacío espacio sideral de 2001, una odisea del
espacio de Stanley Kubrick.
La versión es la de la Moscow Chamber Orchestra, dirigida
por Constantine Orbelian, del album "Vodka and Caviar" (Delos Music
DE 3288). El vídeo del enlace no hace
ninguna referencia en torno a los intérpretes.
CURIOSIDADES HISTÓRICAS
Podemos contemplar a Kachaturian como colaborador del
estalinismo, como su víctima o como simple
superviviente. Vosotros decidís.
Aram Khachaturian, pese a nacer en 1903 en Tiflis,
siempre se consideró un compositor armenio. En 1929 ingresa en el conservatorio
de Moscú y tres años más tarde se une al Sindicato de Compositores. En 1930 se
casó con la compositora y compañera de estudios, Nina Makarova. Pero
Khachaturian era de naturaleza generosa y optimista.
Durante la década
del terror estalinista en los años treinta, no sólo se mantuvo con un cargo en el sindicato anteriormente mencionado,
sino que Khachaturian tuvo la noble y digna virtud de criticar y rechazar a muchos
de sus colegas compositores, hasta el punto de ser incluso condecorado con la
Orden de Lenin en 1939. Lo que deja entrever la habilidad que siempre tuvo para
manejarse en su relación con el comisariado soviético de asuntos artísticos.
Andrei Zhdanov, consuegro de Stalin, fue una de las más
controvertidas figuras de la llamada “regeneración musical soviética” que tuvo
lugar el 10 de febrero de 1948 mediante la publicación del llamado Decreto
Zhdanov, un infumable panfleto que pretendía otorgar absoluta prioridad a la
llamada “veraz corriente del realismo socialista” frente a los presuntos
“valores burgueses y reaccionarios” que al parecer se estaban dando en el
proceso creativo de numerosos artistas soviéticos.
Inicialmente, el decreto fue una furibunda crítica
hacia la ópera La gran amistad del compositor georgiano Vano Muradeli aunque,
de manera harto delirante, tuvo sus repercusiones colaterales hacia figuras
contrastadas del arte soviético, especialmente de músicos como Shostakovich,
Prokofiev o Aram Khachaturian.
El asunto llegó mucho más lejos de lo inicialmente
esperado y el propio congreso de abril de la Unión de Compositores Soviéticos
conminó al “público arrepentimiento” de numerosos artistas, estigmatizados por
la figura de un mediocre Zhdanov incapaz de asimilar su poca solvencia no ya
como músico, sino como hombre dotado de escasa sensibilidad creativa. Por
fortuna, este impresentable falleció en 1948 y sus teorías fueron borradas del
mapa ideológico soviético diez años más tarde, en pleno proceso de justa y
esperada desestalinización. El resultado posterior fue una explosión creativa
del arte soviético, tanto abstracto como figurativo, floreciendo estilos antes
mal vistos o perseguidos.
Por tanto, en aquella URSS de conflictos y encubiertas
envidias nadie estaba a salvo, y el propio Khachaturian, luego de fortalecer su
nombre como músico merced a obras como el Concierto para violín o el ballet
Gayaneh, fue denunciado por formalista, junto a otros compositores, por el ya
referido e infausto Decreto Zhdanov de 1948.
Tras la rehabilitación, Khachaturian escribió obras
notables, como el ballet Spartacus, y llegó incluso a ser condecorado como
Héroe del Trabajo Socialista por las autoridades del Kremlin en 1973. Cinco
años después, el 1 de mayo de 1978, falleció en Moscú
Khachaturian ha sido el primer compositor armenio en
alcanzar fama internacional y de hecho el himno nacional armenio lleva su
firma. Dotado de un prodigioso sentido melódico, Khachaturian bebió de las
fuentes populares armenias a la hora de componer su música, muy caracterizada
por los frecuentes ostinati, con acordes de cuarta y quinta que se inspiran en
la apertura del saz armenio, y la elevada improvisación de sus desarrollos
melódicos a la manera de una inacabable rapsodia. Su aportación al ballet, en
la tradición de Rimski-Korsakov y Stravinski, es fundamental para el estudio de
la música rusa. En definitiva, un gran compositor que justamente se revaloriza
día a día.
Muy bueno lo tuyo, muchas gracias
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